martes, 27 de enero de 2009

Pantheon - Aryan Rebirth




Lo primero, el grupo del que hablaré hoy hace NSBM, lo recalco además para que luego nadie se lleve sorpresas y diga que no sabe lo que está escuchando. Aunque a mí me parece de caer en un gran prejuicio dejar de escuchar un grupo por el simpre hecho de que sean tal o cual, pero allá cada uno.

En este caso concreto me parecería un error notable el no escuchar este "Aryan Rebirth" de los norteamericanos Pantheon, porque es un señor discazo, tanto por su calidad como por su duración, 1 hora y 38 minutos de duración nada mas y nada menos, tiempo repartido en dos discos, el primero de corte más NS y el segundo más tirando hacia el paganismo.

En lo musical, a mí me ha parecido muy bueno, con una sola pega que ahora comentaré.



Los riffs que escuchamos, diferentes a lo típico del Black Metal, riffs tanto basados en composiciones de séptimas y quintas, como tanto en punteos de varias guitarras doblegándose, una alternancia perfecta de tiempos y cambios de ritmo, los tiempos además muy bien estructurados y ejecutados, ya que dada la alternancia de riffs y la dificultad de algunos de ellos es difícil estructurarlos. Hay temas reálmente buenos con un caos de tiempos y riffs, en los que por difícil que parezca, se crean melodias muy potentes, que se te quedan en lo más hondo.

Tampoco faltan los solos, que debido al caos guitarrero y de punteos, cuando aparecen no sabes cuando han aparecido y cuando han acabado.


Cabe destacar la variedad en cuanto a sonidos, teniendo en cuenta la temática que se aborda. El primer disco, es entéramente Black Metal, el segundo incluye temas instrumentales folk, tanto folk de carácter europeo como norteamericano, aunque hay que tener que el folk norteamericano, al menos el típico sureño, es folk irlandés antiguo.

Y el folk no se limita a estos temas instrumentales, aparece también en algunos temas.



Las guitarras prácticamente acaparan toda la atención debido a su magnitud, sin embargo el resto de elementos hay están, la batería quizás con el volumen algo por debajo de lo que sería aconsejable aún así se hace de notar alcanzando algunos momentos notables y velocidades de vértigo, también con un grado importante de complejidad, lo que no podía ser menos teniendo en cuenta la altura a la que rayan las guitarras. El bajo, que bueno, como suele ser habitual relegado al rol de acompañamiento muchas veces inapreciables, pero en algunos pasajes se hace de notar.

Y la voz, que es para mí el punto menos positivo del disco. No es que me desagrade, pero es que no tiene fluidez, suena muy monótona, siempre con el mismo tono, con la misma intención.

Para los temas y pasajes más lentos, si, lo clava. Pero cuando el ritmo se acelera, la voz se queda descolgada y suena casi como un gruñido entre la tempestad.



Aun así, me sigue pareciendo un discazo de los que se hacen un hueco preferente entre mis favoritos y de esos que se cuelgan en la pared. Melodias diferentes, complejas y muy buenas, la temática, ya depende más de cada uno. Pero en lo musical, es obvio que se merecen una nota muy alta.

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