Con el otoño,todos nuestros bosques se llenan de un sentimiento melancólico y solitario,emprendiendo su camino hacia el invierno,los arboles poco a poco se desnudan para fundirse con la nieve,mientras tanto nos obsequian un regalo para la vista como son esas tonalidades amarillentas o anarajandas propias de los bosques caducifolios,y es que nuestra tierra está complétamente cubierta por profundos bosques de robles y castaños.
Estas fotos son del pasado otoño,en el Valle del Jerte,corazón de Vettonia.


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